A su juicio, los recursos que se destinarán a esa compra (300 millones) demuestran que la operación no está vinculada a la situación de ninguna inmobiliaria, cuyos problemas financieros superan ampliamente esa cifra. Ha insistido así en que se trata de una medida de política social y ha estimado que la oposición del PP no supone ninguna novedad, ya que ese partido "nunca ha sido muy partidario" de la vivienda protegida.Preguntado por la posibilidad de inyectar liquidez en el sistema financiero, Zapatero se ha mostrado partidario de "dejar funcionar la economía de mercado". Por "responsabilidad y convicción," ha garantizado que el Gobierno no va a hipotecar el futuro de las cuentas públicas. "Sería un error", ha recalcado.Según ha explicado, otros países han tomado medidas en esa dirección y los resultados no han sido los esperados: "Si alguien piensa que el remedio es que el sector público intervenga, los hechos demuestran que no habrá pan para hoy y habrá hambre para mañana". Ha querido dejar claro, sin embargo, que
el Ejecutivo es "plenamente consciente" de que la crisis financiera vivida en EEUU ha provocado dificultades para acceder a crédito o liquidez y que muestra "la máxima preocupación" por el futuro del sector inmobiliario.Tras garantizar que el Instituto de Crédito Oficial (ICO) siempre concede sus créditos "con rigor y seriedad", ha ensalzado la "extraordinaria solidez" del sistema financiero español, el mayor activo, a su juicio, para afrontar la actual situación y salir reforzados de ella. Según ha apuntado, España cuenta con los bancos "más fuertes del mundo"
, un activo que hay que preservar porque serán un empuje para salir de la crisis.