Después de algunas dudas iniciales en cuanto a qué dirección seguir, los principales indicadores bursátiles afianzaron la tendencia alcista hacia la media sesión y mostraron una notable estabilidad hasta el final, lo que permitió que el Dow y el S&P 500 neutralizasen los descensos que registraron el día anterior. Los sectores de energía (1,72%), de materias primas (1,64%) y financiero (1,61%) fueron los más favorecidos por la corriente compradora que imperó y por el debilitamiento del dólar ante el euro y otras divisas.

Las acciones de JPMorgan, con un alza del 4,31%, lideraron el avance entre las empresas del Dow, en tanto que Bank of America subió el 2,09% y American Express ganó un 0,62%.

Las petroleras ExxonMobil y Chevron avanzaron el 0,37% y el 0,8% respectivamente, lo que coincidió con un encarecimiento del 2,63% del barril de crudo de Texas en el mercado neoyorquino de materias primas.

En el tecnológico


Microsoft (1,86%), Hewlett-Packard (1,42%), General Electric (1,49%) y Disney (1,36%), también formaron parte del grupo de empresas en el Dow que lograron avances notables en esta sesión.

No tuvieron la misma suerte Home Depot, cuyas acciones se depreciaron el 1,85% y fue la empresa que registró mayor caída entre una decena de compañías del Dow que cerraron en negativo, del que formaron parte además la farmacéutica Merck (-1,54%), AT&T (-1,38%) y Kraft (-0,97%).

Pendientes de la decisión de la FED


Los inversores quedaron a la espera de conocer en la próxima jornada el resultado de la reunión de dos días que inició este martes el Comité del Mercado Abierto de la Reserva Federal, de la que no se espera una variación de los tipos de interés en EE.UU., que están entre el 0 y el 0,25%. Menos de dos horas antes de concluir la sesión del miércoles, se conocerá el contenido del comunicado que difunde ese comité al final de sus reuniones y el análisis que hace de la situación de la economía estadounidense.

Los inversores recibirán también esta semana más datos relativos a las ventas de casas en EE.UU. en agosto y se prevé que continúen reflejando una paulatina recuperación del sector inmobiliario.

La deuda pública estadounidense a 10 años subía de precio y ofrecía una rentabilidad del 3,44%.