Wall Street se lo piensa dos veces antes de dejarse llevar por la corriente alcista que llega de Europa. La crisis creciente de deuda periférica en el Viejo Continente no está solucionada, pese a que Merkel y Sarkozy hayan anunciado reunirse para tratar una cura, por lo que los inversores todavía se muestran reacios a invertir a la ligera. Con este telón de fondo en el mercado internacional, el mercado estadounidense se tiñe de rojo y verde.

Antes de la apertura de mercado se ha conocido que los precios de las importaciones de Estados Unidos bajaron en agosto un 0,4% después de haber subido un 0,3 en julio. Mientras, los precios de las exportaciones subieron un 0,5%, frente a previsiones de un incremento cero.

En el apartado empresarial, la cadena estadounidense de electrónica de consumo Best Buy ha publicado un beneficio por acción en el segundo trimestre fiscal de 0,47 dólares frente a los 0,42 dólares esperados por el mercado. Además, ha lanzado un profit warning para el resto del año. Esto le vale un castigo del 5,29%.

Sin embargo, National Express se dispara un 6,83% después de adquirir Petermann Partners, quinta mayor empresa de transporte escolar de Estados Unidos, por un importe de 200 millones de dólares