Mientras que ayer las acciones estadounidenses cerraban en negativo ante las preocupaciones por el proceso electoral en Italia, hoy Wall Street vuelve a subir, y eso que se han confirmado las peores expectativas: el control del Senado por el centro-derecha de Berlusconi, y la Cámara baja por el centro-izquierda de Bersani. Ambas fuerzas políticas enfrentadas y dirigiendo cada una cámara hacen del país una potencia ingobernable.
Quizás los inversores del parqué estadounidense están más pendientes de los datos macro que hoy conozcamos. Las esperanzas están puestas especialmente en el mercado inmobiliario, con la publicación del índice S & P Case-Shiller de precios de casa
para el cuarto trimestre de 2012 y los datos sobre las ventas de casas nuevas. Además, la Conference Board publicará su índice de confianza del consumidor.
Además, Ben Bernanke, presidente de la Reserva Federal, comparecerá en el Senado en una semana en la que puede entrar en vigor el denominado secuestro presupuestario si demócratas y republicanos no alcanzan un acuerdo antes del viernes y EEUU cae por el precipicio fiscal. Las palabras del presidente del banco central cobran especial protagonismo después de que las actas de la última reunión del FOMC mostraran una mayor división entre los partidarios de mantener las políticas monetarias laxas y los retractores de prolongar su efecto.
En el lado corporativo, la cadena de tiendas Macy’s presentará sus resultados trimestrales.
Por su parte, la minorista de útiles para el hogar Home Depot reportó fuertes resultados del ejercicio 2012, proporcionando la última evidencia de una recuperación en el mercado inmobiliario.
Entre los principales movimientos de la pre-apertura destacan las fuertes caídas que registran algunos de los gigantes bancarios y energéticos del país. Citigroup se deja un 3,37% y Bank of America un 3,23%. En el sector energético, Chesapeak Energy se desploma un 6,88% y Schlumberger un 2,30%.