Algo de ánimos quedan en Estados Unidos. Tras la tormenta de desconfianza que sigue cayendo en Europa y tras conocer unos datos de empleo al otro lado del Atlántico que decepcionaron al mercado, los inversores estadounidenses no se rinden y luchan por intentar mantener los números verdes. Una apertura en la que el mercado apenas tendrá grandes referencias macroeconómicas, tan sólo se conocerán las cifras de crédito al consumidor del mes de abril.

En el lado empresarial, BP vuelve a situarse en el centro del huracán. Y es que la compañía responsable de los vertidos en el Golfo de México debe responder por ellos con una cifra que alcanza los 1.250 millones de dólares. Un escenario que sigue sin gustar, sobre todo a los analistas de Standard & Poor´s desde donde han rebajado en un escaño la calificación de BP y no descarta nuevas bajadas ante las posibles nuevas demandas que provoque el vertido. Con este escenario, los títulos de BP repuntan un 1,35%.


Pero entre las compañías protagonistas, también destaca hoy American International Group (AIG) ya que, tras el fracaso de la venta de su unidad asiática a Prudential, los analistas de Barron han señalado que la aseguradora tiene un sensible riesgo a la baja y podría dejar a la compañía en las arcas no más de 25.000 millones de dólares, frente a los 35.500 millones que esperaba lograr AIG. En la apertura, las acciones de AIG sumaban un 0,14%.  Atendiendo al sector financiero, los títulos de JP Morgan suman un 0,46%, Morgan Stanley consigue avanzar un 0,12% mientras Wells Fargo pierde un 0,12% y Citigroup retrocede un 0,79%.

Pero también hay hueco para las compañías de tecnología. Esta vez es el turno de Oracle, que gana un 0,45% en su cotización, ya que podría enfrentarse a unos costes adicionales de entre 675 y 825 millones de dólares por los recortes de empleos necesarios tras la adquisición de Sun Microsystems.