El índice compuesto del mercado Nasdaq, donde negocian numerosas empresas de tecnología, cedió el 0,09% (-1,82 puntos) y finalizó en 1.967,07 unidades. El mercado neoyorquino osciló en numerosas ocasiones entre el territorio positivo y el negativo, y predominó un ambiente de mayor apatía que el día anterior, en el que los principales índices registraron descensos en torno al dos%.

A medida que avanzaba la sesión, se hizo evidente que los inversores preferían mantenerse a la espera de otros datos oficiales de empleo y desempleo que se difundirán el viernes, y que pueden decidir la dirección de Wall Street en las próximas sesiones. Las empresas del sector privado estadounidense eliminaron 298.000 puestos en agosto respecto del mes anterior, comparado con una perdida de 250.000 empleos que calculaban los economistas, según datos de la empresa Automatic Data Processing (ADP).


Coca-Cola, con un alza del 2,62% y la tecnológica Cisco, que subió el 1,79%, fueron las que consiguieron mayor ganancia entre las siete empresas del Dow que terminaron en positivo, seguidas de Hewlett-Packard (0,87%) y 3M (0,66%).

La jornada fue más negativa  para JPMorgan (-1,94%), que lideró el descenso en ese índice, en tanto que Bank of America cedió el 1,09%, Travelers perdió el 0,22% y American Express descendió un 0,09%. También registraron pérdidas de entorno al uno% General Electric, Disney e Intel, mientras que las petroleras Exxon Mobil y Chevron bajaron un 0,34% y un 0,64%, respectivamente.

La farmacéutica Merck retrocedió el 1,91% y su rival, Pfizer perdió el 0,61%, en una jornada en la que se conoció que ésta última deberá abonar 2.300 millones de dólares después de llegar a un acuerdo con el Departamento de Justicia para resolver un litigio pendiente por la promoción ilegal de diversos medicamentos.

En el ámbito económico, el Departamento de Comercio informó que los pedidos a las fábricas de EE.UU. subieron un 1,3% en julio, algo menos de lo que se preveía, y que la productividad de los trabajadores aumentó en el segundo trimestre a una tasa anualizada del 6,6%, la más alta en seis años. El mercado acogió con frialdad esos datos y también el acta de la última reunión de la Reserva Federal, en la que sus miembros coincidieron en que la recuperación de la economía se acelerará en 2010 pero discreparon en cuanto a la magnitud de la reanimación.