En este escenario, el Tesoro Público celebra hoy una subasta de bonos a plazos de diez 10 y 15 años, la penúltima del ejercicio, en la que pretende colocar entre 2.000 y 3.000 millones. Además tiene lugar después de que Moody’s pusiera ayer en revisión para una posible rebaja el ráting de España, actualmente en Aa1 (un escalón por debajo del máximo posible).

No se prevé que el Tesoro tenga problemas por falta de demanda, puesto que un 66% de la colocación ya estaría prácticamente asegurada por los 22 bancos creadores de mercado que trabajan con el Tesoro. Sin embargo, va a tener que ofrecer los precios más elevados de la presente década. Juan Luis García Alejo, director de gestión de Inversis Banco no cree que el Tesoro vaya a tener problemas "viendo la última colocación ya que el miedo que estamos viendo es exagerado, sobre todo si tenemos en cuenta que el coste de financiación no ha dependido tanto de nosotros sino del empuje al alza del bono alemán".

El bono a diez años cotizaba ayer en el mercado secundario al 5,449%, lo que sirve como referencia aproximada del rendimiento que deberá pagar hoy, máximos desde, al menos, el 5,46% que llegó a ofrecer en una subasta en 2001.