Por su parte, el actual socio de Vodafone, Orange, está estudiando solicitar a T-Mobile y Hutchison su autorización para compartir el uso conjunto de su red. Esta reorganización generalizada de las redes móviles supondría que las cinco mayores operadoras de telefonía móvil en Reino Unido emplearían solamente dos redes conjuntamente, explicaba el rotativo.

De esta forma las compañías, que continuarían compitiendo cada una con su respectiva marca comercial, podrían impulsar de forma conjunta sus redes, permitiendo desarrollar los servicios de banda ancha en las zonas rurales.

Un analista del banco luso BPI, Ricardo Pimentel, apuntó en un informe que la noticia era "positiva" para todos los agentes del mercado, ya que los posibles acuerdos de uso compartido de la red reducirán los costes, lo que permitirá proporcionar llamadas y servicios de datos más económicos.

"Esto, en última instancia, beneficiará a los consumidores, que no deben preocuparse por la aparente reducción de la competencia en infraestructura móvil", explicó el analista que apuntó, sin embargo, que se espera que la Comisión de la Competencia y regulador del comercio británico (OFT, siglas en inglés de Office of Fair Trading), analicen los dos acuerdos para comprobar si se puede entender como una fusión que afecte la competencia.

El acuerdo entre T-Mobile y Hutchison's Three, anunciado hace algo más de un año, fue autorizado por los organismos reguladores, y tanto el regulador británico de las telecomunicaciones, Ofcom, como el Gobierno se muestran conformes a la compartición de redes de infraestructura, siempre que estos acuerdos ayuden a impulsar la cobertura de la banda ancha móvil.