Este “punto” hay quien lo ha llamado rescate, hay quien lo llama solución y hay quien no sabe ni como llamarlo.

Hace dos años, en Mayo de 2010, se ayudó a Grecia con 110.000 millones de euros. Empezaba el baile. La noticia que saltaba a la palestra el sábado, no tiene nada que ver. Si aquello es como un flotador en medio de la noche del océano, al sistema financiero español se le ha dado una toalla porque se ha caído a la piscina. Eso sí, sabiendo que el borde resbalaba y el socorrista… a otra cosa.

Y digo que no tiene nada que ver por varios motivos:

En el caso de Grecia, Portugal e Irlanda, se rescató al país. En estos casos, la situación era crítica hasta el punto que no se tenía liquidez para pagar las pensiones, y dada la relevancia y urgencia de la situación se establecieron durísimas condiciones sociales. En el caso que nos ocupa, ni se cambian 100.000 millones de euros por reformas sociales ni mucho menos, no nos engañemos, se nos regala dicha cantidad. La verdadera ayuda es que el Estado no tendrá que emitir tanta deuda en el mercado para financiar a los bancos, sino que Europa lo presta a un interés más barato, por lo que ese diferencial nos lo ahorramos. Esa es la verdadera ayuda.

• Se ha autorizado una línea de crédito con un límite a disponer por parte de los bancos (más bien cajas) que necesiten dinero. El caso español no se rescata sino que se ayuda al sistema financiero, y no a todo sino a parte del mismo. Es decir, se da un crédito “por si alguna entidad lo necesita”, que las hay. Y las entidades que lo van a necesitar son aquellas que nadie ha querido a pesar de las indirectas del Banco de España, entidades que hacían firmar a niños o a analfabetos incluso con la huella dactilar, la compra de productos tan “seguros y líquidos” como las acciones preferentes…

• Otro tema que difiere ha sido la reacción de los mercados, que son quienes tienen que hablar. Si en aquel momento, la ayuda a Grecia se vio con la mayor subida de la historia del IBEX (14,43%), en esta ocasión, el índice abría con una subida del 6% y una hora después de la apertura, ya se anunciaban grandes posiciones cortas (inversiones que apuestan a que el mercado va a bajar). Al cierre, el índice caía medio punto porcentual con una gran volatilidad. Y es que ya la semana anterior, el mercado lo descontaba con la mayor subida del año.

La ayuda, por supuesto tiene consecuencias. En primer lugar, a pesar de que es una deuda más barata, es deuda, y por lo tanto el déficit va a aumentar. Aún así, todos preferimos que nos deje el dinero un amigo a tener que ir al banco a pagar más por lo mismo. Independientemente de quién nos lo deje, tontos ya no quedan, y si nos lo dejan es porque confían en que se lo devolvamos.

Nuestra amiga Europa, presta al Gobierno español para que, éste mediante al FROB se lo deje a los bancos. El Fondo de Reestructuración Bancaria Ordenada (FROB), no es más que un instrumento creado por el Gobierno anterior para ayudar a reformar el sistema financiero español. La cuestión es quién lo va a devolver, y ese no es más que lector y escritor, todos a una, como Fuenteovejuna… Y esta es la segunda consecuencia que, a pesar de que esta es una solución mejor que la griega, hubiera sido mejor no caernos a la piscina.

Ahora bien, el punto clave no es quién presta, ni a quién prestan el dinero, ni si es rescate, es ayuda o si son 100.000 millones o 40.000 (como anticiparon tanto el servicio de estudios de BBVA como el FMI). La clave es para qué y cómo se van a utilizar. Ya hace unos cinco años que la crisis empezó con las hipotecas subprime, empezamos a saber todos de CDS´s, de primas de riesgo, qué era un default… Pero donde duele es en la economía real y son esos problemas los que realmente nos preocupan.

La cuestión es si con ese dinero se van a calmar los mercados, o se va a mejorar la economía real, si va a bajar la prima y poco más o se va a crear más empleo,… Para que nos sirva esta ayuda, el dinero que se le va a dar a los bancos, debería ser traspasado a las empresas y familias a tipos menores para que se genere inversiones por un lado y consumo por otro, porque ambas cosas llevarán a una reducción del paro. Para ello se le presta a la banca, porque ese es, o debería ser, el negocio base del sector.

Sin embargo, ese negocio, está cambiando y tiende más al negocio financiero. Si las entidades reciben dinero al 3% ó 4% y lo coloca en el mercado al 5% tiene margen positivo, pero hace un flaco favor, a todos los que no tenemos chófer.

En definitiva y a pesar de que es buena noticia, el dinero, como se debería haber hecho desde un principio, hay que gestionarlo bien para generar riqueza, empleo y consumo, necesidades reales de la economía. De lo contrario no tendremos dinero para vacaciones, ni piscina y se dejarán de fabricar, entre otras cosas, toallas.