En España tenemos un año importante con varios procesos electorales, a nivel regional y quizás también a nivel nacional. ¿Está el rating de España en peligro?

El rating no está en peligro cuando las elecciones se realizan en un escenario de normalidad en una democracia, por lo que no vemos el rating de España en riesgo. Actualmente situamos a España en A- estable y los indicadores de sostenibilidad indican que no vemos factible que cambie en los próximos meses, en un periodo predecible. Obviamente en Europa tendrán lugar muchas elecciones, para el Parlamento Europeo o en España, y lo más probable es que la situación cambie, pues los movimientos populistas han ganado peso en muchos países, desafortunadamente en Alemania y en Italia también, y todos sabemos lo que ha ocurrido también en Francia, y esto supone un riesgo para la economía europea, pero no diríamos que el rating de España está en riesgo sólo por las elecciones.

¿Las elecciones no son una razón para estar nerviosos?

No, definitivamente no. Debemos ver qué pasa después de las elecciones de los respectivos gobiernos y en cómo queda conformado el Parlamento europeo después de todo. Pero     los cambios políticos son normales en las democracias y no tienen por qué poner en peligro los ratings.

El sector financiero español, que supone más de un 40% del peso del Ibex 35. Algunas agencias han llevado a cabo recortes de ratings de muchos de estos. ¿Cuál es su visión del sector?

No somos tan críticos con el mercado financiero español como puede ser el caso de nuestros colegas estadounidenses. La diferencia radica en que nosotros no asignamos automáticamente el rating de los bancos o el rating de bancos individuales por el rating del Estado. El rating de la deuda soberana impacta sobre el rating del sector financiero, este es un criterio que también tienen en cuenta Moody’s o Standard & Poor’s. Hemos visto mejorar la calidad de muchas clases de activos en España, en ocasiones también impactando en el sector inmobiliario español, y en otros activos que han sido sacados del balance de las carteras de los bancos, por ejemplo, activos no productivos que han sido sacados del balance. Santander ha sido un buen ejemplo de ello. Ha habido una mejora considerable de la calidad del balance de los bancos y también vemos una mejora en sus beneficios en el último año básicamente por la mejora que hay detrás de la economía funcional, una economía en crecimiento, incluso en gran parte de Europa, que también ha ayudado a mejorar la calidad de los bancos. Por ello, desde mi perspectiva, no veo que el sector bancario esté en riesgo, como lo pueden ver otras agencias estadounidenses.

¿Qué ha funcionado mal en los últimos años?

No, no han empeorado en los últimos años, han mejorado. Si miras el porcentaje máximo de préstamos dudosos que alcanzaron los bancos en 2013 y ahora, la cifra ha disminuido significativamente. La cantidad de préstamos dudosos ha disminuido un 60% desde entonces. Esto ha contribuido a la mejora de la calidad de los bancos y los beneficios. Han hecho un buen trabajo.

¿Qué piensa de los principales bancos españoles?

No hablamos de los heads (directivos, decisiones) de los bancos, nosotros estamos interesados en la estrategia, en la evolución de los beneficios y en la viabilidad para pagar sus obligaciones en el futuro. El brexit es un tema complicado que nadie sabe cómo acabará. El escenario base a día de hoy es que se llegará a algún tipo de acuerdo seguir adelante pasado el 29 de marzo de este año y todos los participantes económicos tendrán más oportunidades de llevarlo a cabo. Fundamentalmente, con el brexit, muchos bancos tienen que pensar si seguirán registrados en Reino Unido o si llevarán sus oficinas a Europa continental debido a la regulación.

Fundamentalmente, la estrategia de digitalización de los bancos no solo se está llevando a cabo en estas entidades, se está llevando a cabo en toda la industria, no dudo de que los bancos españoles estén inmersos en el mismo proceso y que van a sacarlo adelante.

Los datos macro de Alemania han sido decepcionantes, ¿cómo podrían afectar?

Fundamentalmente los datos macro y la situación macroeconómica, teniendo en cuenta la guerra comercial proteccionista entre China y EEUU, la economía china se está ralentizando considerablemente, lo que es negativo para la economía global. Esto se extenderá a los exportadores dependientes en Europa, particularmente Alemania, pero yo no diría que esto tendrá un resultado dramático en la economía germana. La mayor parte de las exportaciones alemanas van a la Unión Europea, lo que es bastante bueno, también para la economía española o la francesa. La ralentización que vemos de la economía alemana, pensamos que no es tan relevante como podría parecer. El gran cambio en los últimos años ha sido el crecimiento del consumo doméstico, con lo que la dependencia de las exportaciones ha descendido mucho.

Por otro lado, los movimientos populistas, no sólo en Alemania, sino también en Francia, Italia o Hungría y en gran parte del mapa, implican incertidumbre y tendrán un efecto en la política, particularmente en las elecciones europeas de mayo, con respecto a las mayorías que conformen en Parlamento europeo y los efectos que tendrán en la formulación de políticas en Europa.

En general, vemos algunos nubarrones en el corto plazo, pero el corto plazo no es bueno para la economía ni para la asignación de ratings, y no esperamos que estas nubes traigan tormentas.

Entonces, ¿no van a cambiar su rating?

No, en el corto plazo no veo que vaya a ocurrir nada, pues las economías europeas van creciendo, lentamente, pero van creciendo, mejorando la resilencia a temas económicos globales y todavía creo que, en última instancia, habrá un acuerdo entre China y EEUU que haga que los efectos se suavicen o que las preocupaciones disminuyan en cierto grado.