La compañía controlada y presidida por Rafael Santamaría tenía pendiente de cobrar 273,5 millones el pasado 10 de diciembre por el cierre de la operación acordada un año antes de venta de sus títulos de Colonial a Nozar y Global Cartera de Valores.
No obstante, días antes de que venciera el pago de dicho importe Global Cartera de Valores (sociedad controlada por un grupo de empresarios que lidera Domingo Díaz de Mera y varias cajas de ahorros, que ya es accionista de Colonial con un 5,9% de su capital) solicitó el concurso voluntario de acreedores ante la imposibilidad de hacer frente a su parte (68,93 millones).
De su lado, Nozar entabló negociaciones con Reyal Urbis sobre el importe a pagar ante la devaluación que los títulos de Colonial registraron durante el pasado año en bolsa (el precio de compra se cerró a 3,41 euros por acción, cuando actualmente Colonial cotiza 0,17 euros).
Fruto de dicha negociación, Nozar renunció a quedarse con las acciones de Colonial, con lo que Reyal no cobró los 205 millones pendientes, pero recibió una indemnización de 70,47 millones de euros.
En el informe que Reyal remite a la CNMV sobre la situación de este pendiente de cobro, la inmobiliaria asegura que reconocerá en el resultado de 2008 el importe de la pérdida correspondiente por no haber registrado su ingreso.
Asimismo, indica que las acciones con que cuenta de la inmobiliaria que preside Juan José Bruguera se articularán como activo financiero disponible para la venta.
Reyal Urbis argumenta que no recogió en su informe de 2007 la incertidumbre sobre la recuperación de este importe por el hecho de que los "deudores son empresas de reconocida solvencia, que participan en el capital de empresas cotizadas y cuentan con un importante patrimonio y con un volumen de activos que deberían permitirles hacer frente a las obligaciones e

