Repsol suma y sigue ahora mirando de lleno a uno de los mercados más jugosos en el ámbito de las renovables. Hablamos de Estados Unidos con una potencialidad inmejorable y la apuesta de la nueva administración de Joe Biden por las energías renovables y el negocio de la sostenibilidad con dos billones de dólares sobre mesa.
Con ese fin, al igual que su día ya lo hiciera Iberdrola en el caso de la compra de PNM Resources, la compañía que dirige Josu Jon Imaz apuesta por la adquisición del 40% de Hecate energy. Una compañía con sede en Chicago especializada en el desarrollo de proyectos fotovoltaicos y de baterías para el almacenamiento de energía. La empresa tiene una cartera de proyectos de más de 40GW, de los que 16,8GW corresponden a proyectos solares en fase avanzada y 4,3 GW a baterías.
Se va expandiendo, por tanto su diversificación internacional en el negocio de renovables, ya que EEUU será su segundo país en iniciar actividad foránea tras Chile, donde el pasado julio firmó un acuerdo con Ibereólica, que posee una cartera que supera los 1.600MW hasta el año 2025 y superar los 2,600MW en 2030. También pero en el caso del offshore eólico, participa en Portugal en el parque Windfloat Atlantic con una capacidad instalada de 25MW. Por cierto que Berstein ha elevado hasta los 5.700 millones de euros el valor de Repsol Renovables, muy por encima de los 3.000 de Bank of America o de los 4.000 de Citi o del británico Barclays.
Todo ello, aunque en el día concreto del anuncio el valor perdió posiciones, le lleva a sumar más de un 10,9% en lo que llevamos de mes, tras consolidar sus resultados, de forma que afianza sus avances anuales que alcanzan el 35,5%. Y por supuesto, los 11 euros, cota psicológica que le lleva de nuevo a niveles de máximos anuales.
La parte negativa es que su potencial se queda sin recorrido a decir de los expertos. Desde Jefferies apuestan por mantener el PO en los 11,40 euros por acción, mientras que desde HSBC, mejoran su precio objetivo hasta los 11,70 euros por acción desde los 11,40 anteriores. Eso le otorga un potencial muy reducido del 4,6%.
A todo esto sumar que BlackRock, acaba, con fecha del día 17 de mayo, de elevar su presencia en la compañía tras la operación renovable, de la que la supergestora es precursor en su mirada a la sostenibilidad. Se convierte en el tercer accionista con un 5% de su capital, tras Sacyr y JPMorgan con un 8,2% y un 6,855%.
“En una valoración por ratios y bajo previsión de BPA de 1,02€/acción para el cierre de 2021 (revisada al alza tras la presentación de cuentas trimestrales), Repsol tiene margen entre valor y precio. El mercado descuenta un PER de 10,29v, con recorrido al alza frente a la media del selectivo Ibex 35”, destaca María Mira de Ei.
Y añade la analista fundamental de Estrategias de Inversión que presenta “descuento también por múltiplo EV/EBITDA y el mercado paga únicamente 0,75 veces su valor en libros. Rentabilidad sobre dividendos (Yield) superior al 5,6% y balance saneado. En base a nuestra valoración fundamental, continuamos positivos con el valor a medio/largo plazo”.
Para José Antonio González, Repsol “desarrolla un impulso alcista de corto plazo que le permite atacar la parte alta del proceso lateral o de consolidación comprendido en torno a los 11,14 / 9,85 euros por acción, lateralidad que le ha permitido purgar excesos sin dañar la viabilidad del proceso de recuperación que parte desde los 4,874 euros por acción”.
Repsol en gráfico diario con Rango de amplitud medio en porcentaje, oscilador MACD y volumen de contratación
Si atendemos a lo que nos señalan los indicadores técnicos de Estrategias de Inversión, vemos que Repsol alcanza, en modo consolidación, una mejora de dos puntos hasta los 7 de los 10 puntos totales. Entre lo mejor destaca la tendencia alcista a medio y largo plazo y el momento total, lento y rápido que es positivo para el valor. Entre lo negativo, resalta el volumen de negocio a medio y largo plazo que es decreciente para el valor y el rango de amplitud, la volatilidad del valor, a medio y largo plazo que es creciente.