Como ha informado la compañía a la CNMV, el resultado bruto de explotación obtenido en este primer semestre ha arrojado un resultado negativo de 822.000 euros, lo que supone una mejora del 76,2% sobre unos números rojos de 3,5 millones del mismo período del año anterior.
La inmobiliaria se encuentra entre números rojos y ha cerrado el primer semestre de este año con un resultado negativo de 3,52 millones de euros, un 6,8% superior a los 3,29 millones que perdió en el mismo período del año anterior. Del mismo modo, la facturación del grupo se ha hundido hasta los 2,8 millones de euros, a diferencia de los 21 millones de euros que se registró entre el mes de enero y junio del año pasado.
La compañía en los primeros seis meses del año, lanzó 6 nuevas promociones de 584 viviendas en Madrid, que sumadas a las 304 viviendas que ya tenía a la venta y a las 716 viviendas que acaba de poner en comercialización en Madrid, Málaga y Zaragoza, aumenta la cartera comercial de la compañía hasta 1.604 viviendas.
La facturación prevista para estas viviendas se sitúa en 320,8 millones de euros y se reflejará en la cuenta de resultados de las entregas, entre 2018 y 2019. Por este motivo, la cifra de negocio no recoge todavía los beneficios de las nuevas promociones y disminuye por la práctica liquidación del stock residencial y porque, en el mismo periodo de 2016, correspondió prácticamente a una dación en pago a una entidad financiera.
