En concreto, el director de la OMC advierte de que si se produce una caída de la inversión directa internacional "habrá menos comercio" y señala que actualmente se espera un retroceso del 50%.

Lamy, quien asistirá a partir del miércoles a la reunión de los países del G-8 en Italia, afirma que el libre comercio se enfrenta a "su prueba más difícil" debido a las presiones proteccionistas.

"Estoy convencido de que lo peor está por venir. Las auténticas pruebas de estrés se producirán cuando el hundimiento de las economías se traduzca en desempleo y tensiones sociales, lo que podría desembocar en reacciones políticas con influencia en las políticas comerciales", señala Lamy, quien recomienda a los gobiernos evitar las medidas populistas con carácter proteccionista.