En declaraciones a RNE, Gurría calificó de "crisis" el actual momento que vive la economía española y dijo que se está produciendo una "tormenta perfecta" al juntarse el aumento del precio del petróleo, de las materias primas y de los alimentos, con una ralentización de la actividad económica mundial y con turbulencias financieras.Señaló que todo esto ha creado una contracción crediticia y una crisis de confianza que hará que el año 2008 sea de "muy poco crecimiento y el 2009 también" y que se haya prolongado "el problema entre nueve meses y un año más" de lo que se creía.Incidió en que es necesaria una moderación salarial para evitar que la ralentización de la economía española se "agudice más" y alertó del riesgo de que la inflación pueda repercutir en el costo laboral.No obstante, el secretario general de la OCDE alabó las políticas del Gobierno español para conseguir un superávit que calificó de "ejemplar" y dijo que significa un "poco de espacio" para poder soportar presiones fiscales y no ver comprometido un aumento importante del endeudamiento público.Aún con todo, Gurría auguró "presiones fiscales" en los próximos meses debido a que un menor crecimiento de la economía conlleva menos ventas, menos beneficios de las empresas y menos impuestos, con lo que si no se ajusta el gasto, dijo, el superávit podría reducirse y "esperemos que no se pase al déficit".Aconsejó fortalecer las políticas en materia de flexibilidad del sector laboral, del sistema de pensiones o el fortalecimiento del sector de la distribución y la reforma del sistema educativo.Al dirigente de la OCDE no le sorprendió la subida del 0,25% de los tipos de interés dictada por el Banco Central Europeo y dijo que era "una subida anunciada".