Hasta ahora, Microsoft ha sido una de las compañías del sector más "tocadas" por la crisis debido a su dependencia de las ventas de ordenadores y la competencia de programas de software basados en red.


El pasado enero, Microsoft anunció los primeros despidos masivos de su historia y suprimió 5.000 empleos, además de recortar el gasto en viajes y otros costes operativos de la firma.


La situación podría seguir empeorando, especialmente para las unidades que venden el sistema operativo Windows y el programa Office que serán las más afectadas por la recesión, según Ballmer.

No obstante, dejó claro que, aunque gastará con moderación, el actual nivel de gasto de la firma es "adecuado para mantener su competitividad en innovación" y dijo que el coste operativo se mantendrá en 27.000 millones de dólares en el conjunto de 2009 y 2010.

Precisamente las áreas más afectadas por la crisis serán las que reciban la mayor parte del presupuesto. Microsoft mantiene sus planes de lanzamiento de Windows 7 y Office 14 y proyecta dedicar más fondos en publicidad para estas novedades.

Además, Microsoft dedicará más recursos a la nueva versión de su navegador de Internet Explorer con el fin de contrarrestar la pérdida de cuota de mercado, explicó Ballmer.

Otra de las prioridades del gigante del software en los próximos meses será adaptar la firma al éxito de los llamados "netbooks", ordenadores de bajo coste y limitadas prestaciones cuyas ventas son las únicas que suben actualmente en el sector.

La mayoría de los "netbooks" en el mercado funcionan con una versión de Windows XP, menos rentable para Microsoft, porque no pueden operar con Vista.

Ballmer aseguró que Windows 7 funcionará sin problemas en esos aparatos y está trabajando en convencer a los fabricantes de que adquieran la última versión de su sistema operativo.

El consejero de Microsoft se refirió también en su charla con los analistas al portal de Internet Yahoo, sobre el que el grupo lanzó una oferta de compra por valor de 47.500 millones de dólares hace un año.

Ballmer dijo que sigue queriendo aumentar su cuota de mercado en el área de búsquedas en la red y confía en que la nueva dirección de Yahoo sea más receptiva a reabrir conversaciones para una posible alianza o cooperación.

Pese a que el ejecutivo no se refirió en ningún momento a comprar Yahoo, las acciones del portal reaccionaron en Wall Street con fuertes subidas a estas declaraciones y hacia las 20.20 horas GMT se cambiaban a 12,8 dólares, un 7,4 por ciento más.

No ocurrió lo mismo con los títulos de Microsoft, a los que el pesimismo de Ballmer llevaron a valores mínimos en los últimos años. Hacia las 20.20 horas GMT las acciones del gigante del software bajaban un 0,4 por ciento, hasta los 17,13 dólares.