Martinsa-Fadesa atribuyó su decisión a los "graves" problemas de tesorería con que cuenta para poder cumplir con pagos inminentes después de que le resultara imposible obtener un crédito de 150 millones que negociaba con un conjunto de entidades financieras y el Instituto de Crédito Oficial (ICO).La obtención de este crédito era una de las condiciones impuestas en el acuerdo que alcanzó en mayo con un conjunto de 45 cajas y bancos para reestructurar a largo plazo la amortización de 4.000 millones de euros del total de 5.100 millones a los que actualmente asciende la deuda de la compañía. La no consecución del préstamo, supone por tanto la suspensión de dicho acuerdo.Además de a la falta de respaldo de respaldo financiero de los bancos, la inmobiliaria achaca también su situación a la crisis que atraviesa el sector, en concreto "al estancamiento radical" de las ventas de viviendas motivado por la "clara rescisión por la que actualmente atraviesa la economía española en general y el mercado inmobiliario en particular".Martinsa-Fadesa cerró el primer trimestre del año con pérdidas de 85,1 millones de euros, frente a las ganancias de 412,9 millones del mismo periodo de 2007. En los tres primeros meses del año sus ventas de viviendas cayeron un 45%, hasta sumar 95,2 millones de euros.Pese a todo, el consejo de Martinsa-Fadesa asegura que la compañía es viable y que "cuenta con los recursos patrimoniales y organizativos suficientes" para salir de la "crisis financiera". Para ello dice necesitar "tiempo, una reactivación de la economía y el aumento de la confianza de las familias españolas para que, a su vez, se recupere la tendencia a la inversión inmobiliaria".FERNANDO MARTIN, SEGUIRA AL FRENTEPor todo ello, la inmobiliaria avanzó que en el plazo habilitado por la Ley Concursal, realizará una propuesta de convenio anticipado. Además, garantizó que la declaración del concurso no supondrá la suspensión de su actividad y que tanto el presidente de la compañía, Fernando Martín, como el resto de miembros de su consejo de administración "seguirán desempeñando sus funciones al frente de la empresa".No obstante, a partir de ahora, y bajo la supervisión de los administradores concursales, concentrará su actividad en aquellas actuaciones que supongan generación de ingresos (venta de activos y gestión del suelo) y en las que permitan la reestructuración de la compañía para acomodarse a las nuevas exigencias del mercado.Martinsa-Fadesa aseguró ser "consciente" de las consecuencias que su suspensión de pagos tendrá para sus clientes, proveedores y accionistas, y para el sector inmobiliario y la economía española. Por ello, solicitó el "apoyo" de la Administración y las entidades financieras, y la "comprensión" de clientes, proveedores y pequeños accionistas, para que, junto con su trabajo, se pueda superar esta coyuntura "a la mayor brevedad".La inmobiliaria estuvo durante prácticamente toda la jornada de hoy suspendida de cotización en bolsa, después de que en la sesión del pasado viernes y durante los primeros compases de la de hoy lunes perdiera un 50,2% de su valor. En el momento de la suspensión cotizaba a 7,30 euros por acción frente a los 14, 66 euros a los que cerró el jueves, la víspera de la primera comunicación a mercado de sus problemas financieros.
EL MARTES, REUNION CON SINDICATOS.El anuncio de la suspensión de pagos se registra además un día antes de que inmobiliaria cuantifique a los representantes de sus trabajadores el ajuste de plantilla que tiene previsto ejecutar para adaptarla a las nuevas condiciones del mercado. La reunión con los sindicatos se mantiene para las 11.00 horas de mañana martes, según indicaron a Europa Press en fuentes sindicales, según las cuales el eventual recorte podría afectar a unos 300 trabajadores.Martinsa-Fadesa afronta esta situación apenas un año después de nacer como nuevo grupo inmobiliario a partir de la fusión de los negocios inmobiliarios de Fernando Martín y su socio Antonio Martín con la inmobiliaria Fadesa que ambos compraron a Manuel Jove. La operación se acordó justo antes de que en la segunda mitad de 2007 arrancara el proceso de ajuste que actualmente atraviesa el sector inmobiliario.Fernando Martín controla el 44% del capital social de la compañía, por delante de su socio Antonio Martín Criado, con un 14,6%. Entre el resto de socios del grupo destacan Bancaja (con alrededor del 6%), los hermanos Salazar (Sos Cuétara) y el empresario Juan Carlos Rodríguez Cebrián (con entre un 6% y un 8% cada uno de ellos), y tres cajas de ahorros con alrededor de un 1% cada una. Con el anuncio de su suspensión de pagos, Martinsa-Fadesa se suma a la larga lista de constructoras y promotoras inmobiliarias que se han declarado en concurso desde que arrancó la brusca desaceleración del sector, si bien es la mayor de todas. Entre ellas destaca Lábado, Llanera, Cosmani, Seop, Urazca, Temple y la también cotizada Aisa. Además, lograron suspender la amenaza de la suspensión de pagos al lograr acuerdos con la banca para reestructurar sus deudas, como es el caso de Habitat y Detinsa.