La compañía justifica el segundo ajuste en que ello dotaría a Martinsa de "flexibilidad" para adaptarse al entorno actual de la construcción, medida a la que se sumaría también la venta de activos, uno de los pilares básicos de la propuesta de convenio de acreedores y del plan de viabilidad presentados por la empresa, según explicaron las mismas fuentes.
Martinsa presentó el primer ERE el pasado mes de julio, días antes de solicitar concurso voluntario de acreedores. Afectó a 234 empleados, a los que posteriormente se sumó otro centenar de trabajadores de forma voluntaria.
El grupo inmobiliario que preside Fernando Martín protagonizó en julio de 2008 una de las mayores suspensiones de pagos de esta crisis tras declararse insolvente con una deuda total de unos 7.000 millones de euros.

