A la banca española, señaló, la crisis financiera internacional le alcanzó en una posición "relativamente ventajosa", aunque no es inmune a ella y es "muy difícil" evitar que las tensiones financieras "extremas" añadan más restricción al crédito para las empresas y las familias.

La crisis financiera, señaló, ha alterado drásticamente las condiciones en las que se estaba produciendo el "ajuste" de la economía española, ya que ha "acabado con el soporte exterior" que España necesitaba para financiarse, y ahora la economía del país sufre una "profunda recesión".

Malo de Molina señaló en cualquier caso que la restricción del crédito es un problema global del que "nadie puede sustraerse" y sobre el que "nadie tiene un control directo".

Aunque reconoció que la solidez del sistema financiero español fue un "importante factor de resistencia" ante las primeras "andanadas" de la crisis financiera, ésta le ha quitado el citado soporte exterior y ha añadido efectos "contractivos muy potentes".

José Luis Malo de Molina valoró las medidas tomadas para paliar la crisis, como el Fondo de adquisición de activos financieros y la posibilidad de avalar las emisiones, que han ayudado a atenuar los efectos de la restricción del crédito.

En cualquier caso insistió en la dificultad de sustraerse de los efectos de las tensiones financieras mientras éstas se mantengan y el deterioro macroeconómico siga "erosionando" las bases del sistema.