El fuerte incremento de los precios estuvo marcado por el encarecimiento mensual del 1,5% en el precio de la energía y del 1,7% en los alimentos, mientras que en términos interanuales el repunte fue del 22,6% y del 8,3%, respectivamente.Por su parte, el dato subyacente, que excluye la volatilidad de precios de la energía y de los alimentos,
reflejó un incremento mensual del 0,4% y eleva el dato interanual hasta el 2,3%, superando el objetivo de entre el 1% y el 2% establecido por la Reserva Federal.La semana pasada el Departamento de Empleo anunció que el IPC de EEUU subió cuatro décimas en enero y un 4,3% interanual, mientras que la inflación subyacente subió el 0,3% mensual y el 2,5% interanual. Las fuertes subidas de precios no parecen haberse visto controladas total o parcialmente por la desaceleración de la economía estadounidense
lo que ha motivado el incremento de los temores por parte de aquellos que temen que finalmente la economía de EEUU no sufra una recesión, sino estanflación, una reducción del crecimiento al mismo tiempo que se produce una inflación creciente.