Una buena planificación en los riesgos crediticios quizá no hubiera evitado la crisis actual, pero desde luego se hubiesen minimizado las consecuencias que ahora sufrimos a nivel global. Richard Apostolik presidente de Global Association of Risk Professionals (GARP) asegura que han existido fallos en la gestión de los riesgos, con lo que al final estamos viviendo la situación que vivimos.
 
En la presentación de la versión española de Foundations of Banking Risk, que el Instituto de Estudios Bursátiles (IEB) presentó en colaboración con GARP- con quien colabora para realizar formación en España e Iberoamérica, el experto ha pormenorizado esos errores que nos han costado esta crisis brutal. En concreto, Apostolik 4 puntos en los que se han cometido errores.
 
En primer lugar se ha fallado por la no utilización de mediciones apropiadas de los riesgos. En segundo lugar, los riesgos conocidos no se han tenido tan en cuenta como se deberían haber tenido. Además ha existido una falta de comunicación a la hora de trasladar esos riesgos a la alta dirección y por último una falta en la gestión de esos riesgos.
 
La falta de comunicación, es según Apostolik, uno de los fallos más repetidos en el sector. En concreto UBS publicaba un estudio en el que se afirmaba que la mayoría de los informes que se presentaban sobre riesgos en hipotecas subprime o relacionadas con el sector inmobiliario no comunicaban de manera efectiva las razones por las que suponía un riesgo esa operación. Además se presentaban fuera de fecha y eran demasiado complejos.
 
Pero, ¿hemos aprendido algo de esto? Según el dirigente de GARP, lo cierto “es que yo tengo más preguntas que respuestas”. Pero hay una cosa clara, vamos en dirección a un mundo más regulado.
 
A modo de conclusión el experto señala que la gestión del riesgo se encuentra en una encrucijada. La atención en la gestión que ha provocado la crisis actual está teniendo consecuencias que van a tener consecuencias a largo plazo. Pero quizá lo que está dejando más claro el panorama actual es la interconexión de las economías, por lo que la gestión de riesgos es un elemento clave a nivel global.