Con una pérdida neta de 663.000 empleos en marzo, el índice de desempleo ese mes se ubicó en el 8,5 por ciento de la fuerza laboral, el más alto desde noviembre de 1983.

Los 15 meses consecutivos de disminución del empleo han afectado a todos los sectores de la actividad fabril y al comercio minorista.

En los únicos sectores donde se ha mantenido en aumento el empleo es en el gobierno y las profesiones relacionadas con el cuidado de la salud y la educación.

El crecimiento del desempleo ha aliviado la inflación de sueldos y las remuneraciones horarias promedio, que subieron un 0,2 por ciento en marzo, han crecido un 3,4 por ciento en un año.

Durante los períodos de expansión económica se considera en Estados Unidos que la economía debe crear cada mes unos 150.000 puestos de trabajo, tan solo para absorber el crecimiento natural de la mano de obra.

En semanas recientes, las autoridades gubernamentales han señalado algunos indicios de desaceleración en el deterioro económico y datos aislados que apuntan a una inminente reactivación, pero es poco probable que ello mejore de inmediato la situación en el mercado laboral.

Durante una recesión muchas personas, desalentadas por las bajas remuneraciones y la ausencia de beneficios como seguro médico, simplemente abandonan la búsqueda de empleo y por lo tanto desaparecen de las estadísticas.

El índice oficial de desempleo no toma en cuenta esos casos y cuando se reactiva la economía los datos pueden mantenerse sin cambios durante algunos meses, debido al retorno de los desalentados a la fuerza laboral