Esta evolución negativa, que ha afectado prácticamente a todos los sectores, tuvo una especial incidencia en las empresas de la industria y del comercio, como reflejo de la pérdida de vigor del consumo y la inversión.

Por su parte, el pasado año los ingresos financieros de las empresas españolas experimentaron un crecimiento mucho más moderado que en 2007, ya que aumentaron un 2,3%, frente a la progresión del 34,6% en el ejercicio previo, debido a la menor entrada de dividendos procedentes de filiales extranjeras derivada de la situación de la economía internacional. Los gastos financieros aumentaron un 18,9% en 2008, cuando en 2007 la progresión se situó en el 37,5%.

MENOS EXTRAORDINARIOS.

Esta evolución de los gastos e ingresos financieros condujo a que el resultado ordinario neto registrara en 2008 una caída del 15,4%, frente al alza del 9,5% en 2007. Además, los resultados extraordinarios presentaron "significativas reducciones" en comparación con los "muy elevados" niveles alcanzados un año antes.

Sobre este particular, el Banco de España recuerda que las minusvalías registradas en el último trimestre de 2008 en algunas inversiones financieras, en los sectores inmobiliario y de telefonía, llegaron a absorber, dado su elevado importe, las plusvalías que en el primer semestre se contabilizaron por la venta de activos de Endesa a E.ON.

Todo ello llevó al beneficio neto a registrar una caída del 24% el pasado año, si bien el instituto emisor puntualiza que, dados los niveles de rentabilidad de los que se partía, en 2008 dichos niveles se mantienen aún "relativamente elevados".

DESTRUCCION DE EMPLEO EN EL ULTIMO TRIMESTRE.

En otro orden de cosas, la creación de empleo atenuó su ritmo de crecimiento y se elevó un 0,4% en 2008, en comparación con el 0,7% de 2007, si bien se produjo una desaceleración a medida que avanzaba el ejercicio, de forma que en el último trimestre se contabilizó una tasa negativa (-1,4%). El empleo fijo creció un 0,5% a lo largo del ejercicio, pero en el caso de eventual bajó una décima.

Durante 2008, los gastos de personal aumentaron un 3,9%, ocho décimas menos que un año antes, como consecuencia principalmente de la moderación de las remuneraciones medias, que crecieron un 3,5%, cinco décimas menos que en el año anterior.

La contención de los costes salariales se explica en buena medida por la evolución en el último trimestre, en el que se registraron fuertes caídas de las retribuciones variables de algunas grandes empresas, en comparación con las devengadas el año previo.