En su primera operación de la semana, el banco central estadounidense decidió comprar 10.786 millones de dólares en títulos del tesoro en propiedad de otras entidades, así como 5.723 millones en títulos de agencia, siempre a través de su banco regional de Nueva York, encargado de realizar estas operaciones.Sin embargo, del total de deuda adquirida en esta operación, a un tipo de interés máximo de 5,32% y con vencimiento a un día, únicamente 241 millones de dólares estaban respaldados por créditos hipotecarios.El sector hipotecario atraviesa una crisis de falta de efectivo que está afectando a los mercados financieros, debido a la gran cantidad de hipotecas de alto riesgo (subprime), a la ralentización o estancamiento del ritmo de crecimiento de los precios de las viviendas y a la consiguiente pérdida de confianza por parte de los inversores.La compra de instrumentos financieros es la principal herramienta con la que cuenta la Reserva Federal para inyectar liquidez en el sistema y contribuir así a mantener los tipos de interés interbancarios cerca de su objetivo, que ahora se sitúa en el 5,25%.