La guerra del pasivo puede elevar el coste de la financiación a los clientes y hacer menos competitivas a las entidades. "La guerra por el pasivo puede hacer a las entidades no competitivas, ya que España es un país con un elevado endeudamiento privado y sitúa a las entidades en situación de desventaja", recalcó durante su intervención en el XVIII Encuentro Financiero organizado por Delolitte, SAP, ABC y Sociedad de Tasación.