Esta cantidad, proveniente del Fondo Social Europeo, sería financiada íntegramente por las arcas comunitarias a condición de que los países la inviertan en medidas concretas como la formación continua de los trabajadores o el apoyo a las empresas para flexibilizar las jornadas laborales.

La medida se enmarca en el "compromiso común a favor del empleo" presentado hoy por la CE y elaborado junto con los interlocutores sociales, que también incluye la creación de un instrumento comunitario para facilitar microcréditos a pymes.

De lograr el respaldo de los Veintisiete en la próxima cumbre de los días 18 y 19, estas "ambiciosas" iniciativas "podrían marcar la diferencia" para frenar la rápida destrucción de empleo en la UE, según afirmó hoy en rueda de prensa el presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso.

De forma excepcional, los 19.000 millones de ayudas serían costeados durante 2009 y 2010 en su totalidad por el Fondo Social Europeo, sin necesidad de cofinanciación de los estados miembros.

Esto evitaría generar "una mayor presión sobre las arcas públicas de los estados miembros", y a partir de 2011, el Fondo Social Europeo volvería a su funcionamiento normal, explicó Barroso.

Los países deberán emplear los fondos en las áreas prioritarias de mantenimiento del empleo, creación de nuevos puestos de trabajo, y adecuación de la formación a las necesidades del mercado laboral.

La CE plantea, asimismo, la inversión de 100 millones de euros del presupuesto comunitario a un nuevo instrumento para la concesión de microcréditos.

Bruselas calcula que esta aportación, sumada a los fondos provenientes del Banco Europeo de Inversiones (BEI) y de otras instituciones financieras multilaterales, podría impulsar la habilitación de hasta 500 millones de euros para las pymes europeas.