Además, Kraft informó que tal y como adelantaban ayer algunos medios, extenderá el periodo de aceptación de su OPA por Cadbury, que finalizaba hoy, hasta el próximo 2 de febrero, una práctica que no tendrá efecto en los términos de la oferta.

Los ingresos procedentes de la venta de negocio estadounidense de pizza congelada serán utilizados, según especificó Kraft, "para financiar una alternativa parcial de caja" como parte de su oferta por la compañía británica. Concretamente, los accionistas de Cadbury que acudan a la oferta recibirán ahora un pago adicional de 60 peniques por acción, una iniciativa que responde a los requerimientos de los accionistas de Cadbury y a las propias necesidades del grupo estadounidense, que persigue recuperar el terreno perdido en bolsa.

Desde el grupo señalaron, "Kraft Foods sigue creyendo que su precio en bolsa está deprimido como consecuencia de un número de factores a corto plazo que piensa que se disiparán una vez se resuelva la incertidumbre existente en torno a su oferta por Cadbury".

La compañía advierte de que hasta que se detalle esta incorporación adicional de caja, lo que se realizará antes del próximo 19 de enero, no se modificarán los términos de la actual oferta por Cadbury, que valora la compañía en 740 peniques por acción e incluye el 60% del pago en acciones y el 40% restante en efectivo.

El grupo estadounidense no es el único interesado en la compañía británica, que tiene otros posibles oferentes, como la italiana Ferrero Internacional. Sin embargo, el camino hacia la OPA se despejó hoy considerablemente tras negar Nestlé que esté interesada en participar en ninguna oferta formal por la compañía.

Los rumores sobre el presunto interés de la multinacional en Cadbury se multiplicaron ayer tras el anuncio de la venta de parte de su participación en Alcón a Novartis por 28.000 millones de dólares, lo que le proporcionaría recursos de caja suficientes para adquirir al fabricante de chocolate o lanzar una OPA conjunta con la también interesada Hershey.

Por su parte, Nestlé quiso destacar también los beneficios de la incorporación de North American pizza a su negocio, con marcas como Tombstone y DiGiorno, que cuadra perfectamente con su estrategia en el negocio de alimentación congelada en Estados Unidos y Canadá.