Iberdrola ha sufrido un duro castigo en bolsa y alcanza los niveles de sobreventa más abultados desde octubre de 2008. El aumento de la presión fiscal y el aumento del riesgo regulatorio en alguna de las principales zonas geográficas en las que actúa (Reino Unido y España) han ido castigando la acción. Sin embargo, la solvencia de su balance no corre peligro, y la empresa continúa invirtiendo para garantizarse un crecimiento sostenible y lo hace en energías renovables continuando con su diversificación a nivel internacional. Una estrategia clara que hace considerar que el fondo continúa siendo bueno.
De esta manera, entendemos que la reciente corrección abarata la acción: con un payout que ronda el 75% podrá mantener una rentabilidad por dividendo superior al 4% en los próximos años con una calificación crediticia de grado de inversión por las principales agencias de rating. Nuestra valoración por fundamentales es positiva (ver “¿Cómo está el negocio de Iberdrola a pocos días de publicar sus cuentas?”) aunque somos conscientes de que la tensión puede mantenerse en los próximos meses mientras el precio de la energía permanezca en niveles elevados y podamos asistir a un repunte en los tipos de interés.
Iberdrola en gráfico semanal con Rango de amplitud en porcentaje, oscilador MACD y volumen de contratación
El enfoque de la posición es a largo plazo y abrimos un gráfico semanal para presentar la estrategia. El fondo alcista ganado por el buen hacer de la empresa y su posición estratégica en renovable lo identificamos con la directriz alcista de color fucsia que une los mínimos de los años 2012, 2016 y 2018. Como aproximación la tendencia alcista de fondo de fondo y nivel clave de soporte, por tanto, de stop para posiciones largas o compradoras utilizamos el mínimo de la pandemia situado en 7,308.
El reciente desplome en precio provoca que la volatilidad esté cambiando de estadio; cotizando por encima de la media. Una circunstancia que favorece que los bandazos continúen en las próximas semanas / meses y que las oportunidades de compra pueden aparecer a mejores precios. En este sentido, una vuelta al soporte intermedio situado en el mínimo anual situado en 8,586 deberíamos interpretarla como un buen punto de compra.