Hay rumores que llevan a desplomes impredecibles y otros que, como el de este miércoles, hacen repuntar un 10,12% (hasta 550 puntos) al Athen Index Stock Exchange sin apenas esfuerzo. En la bolsa se compra expectativas y el hecho de que el partido ‘centrista’ de Nueva Democracia se posiciones como ganador de los comicios del domingo llevó al índice heleno a su mayor subida desde el pasado 7 de septiembre. El sector financiero, beneficiado especialmente, se anotó un rebote del 21% (Athex Banks Index) donde Alpha Bank AE repuntó un 28%, seguido del National Bank of Greece, un 25% arriba, y Bank of Cyprus, con una subida del 15%.


GRÁFICO ATHEN INDEX, SEMANAL, 2012(FUENTE BLOOMBERG)


Una tibia luz en un mar de pérdidas que se acumulan en lo que va de año de hasta el 25%. Callum Henderson, economista jefe de Standard Chartered en Singapure, recomienda, ante ventas –posible- masivas en la semana que viene, apostar por el uso de opciones para limitar las pérdidas en caso de una coalición que siga sin convencer a los mercados. Es más, en su opinión, los inversores deberían considerar “en lugar de un pico de mercado”, poner su dinero a favor de que el euro pierda posiciones antes de las elecciones helenas.

Pero, ¿cuáles son las opciones? Lo cierto es que si nos basamos en las últimas declaraciones realizadas por los dos partidos que, en principio, ganarían los comicios, Nueva Democracia y Syriza, la permanencia dentro de la zona euro, al menos por su parte, estaría asegurada. Según la última encuesta realizada por Metron Analysis para Athens-based, Nueva Democracia obtendría un 22,7% de los sufragios, seguido por el radical de izquierda Syriza con el 22% y los socialistas ocuparían –relegados- la tercera plaza con el 11,2%. En todo caso, el único temor reside en el partido de izquierda y, en teoría, ‘antieurozona’ liderado por Alexis Tsipras que ya habría dado su brazo a torcer e idéntica situación se produce entonces en el seno de la Unión Europea.
 
Tal y como publica el Financial Times Deutschland, la zona euro ya habla de “relajación” en las condiciones del rescate heleno que fue renegociado en el famoso memorándum del mes de marzo. En total, 130.000 millones de euros que estrangulan a Atenas y que hacen inviable el pago, entre otras cosas, de los vencimientos de deuda pública: sólo en 2012 ascienden a 50.200 millones de euros (más 27.800 millones y 34.400 hasta 2014, y suma y sigue). El 30% del total de deuda helena está en manos del FMI, UE y BCE. La banca acumula, por su parte, el 27% del total, hasta 90.000 millones de euros, de los que el 50% está en casa, otro 17% en Alemania y el 11% en Francia, según datos elaborados por Bloomberg. José Carlos Díez, economista jefe de Intermoney, asegura que “si leemos lo que dicen en Alemania no sólo Ángela Merkel sino también el SPD dan por perdidos a los griegos”. No es tiempo, afirma el analista, de “estigmatizar países”, sino de ver “la capacidad de reacción de los europeos”.


FUENTE: BLOOMBERG
 

Supuesto de no salida del euro

Grecia se queda. Malviviendo y con un gobierno en coalición y fragmentado, pero permanece –que es, en principio, el deseo tanto de Atenas como de Bruselas-. El primer punto a tratar es la renegociación del memorándum firmado el mes de marzo por el que se confirmaba el rescate a Atenas de 130.000 millones de euros al país desde el Fondo Monetario Internacional, Banco Central Europeo y la Unión Europea. “Grecia lo pasará muy mal durante años si acepta las condiciones de los acreedores, pero quizás lo más preocupante es la radicalización de las posiciones políticas en el país, tanto de izquierdas como de derechas”, afirma Ricardo Heras Rincón, CEO de Aspain 11 EAFI.

Entre las nuevas condiciones podría encontrarse el denominado ‘corralito’ promovido desde la propia UE para evitar la sangría de salida de capital del país heleno. El agravamiento de la crisis ha llevado a las familias y empresas griegas a retirar dinero de sus depósitos por valor de 72.000 millones de euros desde 2010 a cierre de marzo. Pero la cosa no queda ahí. Desde la celebración de las elecciones el pasado 6 de mayo, unos 5.000 millones habrían salido del país, de hecho, según estimaciones de fuentes del Banco Nacional griego citadas por Reuters, cada día se retiran entre 100 y 50 millones de euros de fondos en bancos helenos.

Por este motivo, la Unión Europea estaría estudiando imponer un ‘corralito’ en Grecia, a pesar de que nunca ha sido confirmado de manera oficial, esto es, límites a la retirada de dinero en los cajeros y controles de capital. Sólo un dato más: 200.000 millones de euros de las grandes fortunas griegas han salido del país rumbo a cuentas suizas, según el diario alemán Bild Zeitung.


Supuesto de salida del euro

Mejor no pensarlo que dirían algunos… Haciéndonos eco de una información elaborada por la revista germana Wirtschafts Woche las pérdidas directas para el BCE, UE y FMI ascenderían a 276.000 millones de euros, sin contar los 400.000 millones desembolsados por estas tres entidades en ayudas a Grecia y en la compra de su deuda.

La famosa ‘Grexit’ –y cuidado por también se rumoreó en su momento con la española- se estaría sino gestando, sí previendo al menos en Europa. Según publicaba la agencia Reuters, el Eurogrupo habría pedido el pasado 23 de mayo a todos los países de la zona euro planes individualizados ante la posible salida de Atenas de la Unión, salida, por cierto, a la que bautizó como ‘plan de contingencia’ (vivan los eufemismos…). Esos mismos cálculos, apuntan a una ayuda adicional de 50.000 millones de euros desde la UE y el FMI para ayudar al país heleno a dar el paso y que la situación no fuera tan traumática.

De producirse, esta cantidad sería irrisoria comparada con la inversión majestuosa que se verían obligados a realizar para evitar el contagio…¿y dónde? Por supuesto, España está en todas las quinielas al igual que Italia.
“Es algo desproporcionado”, afirma Soledad Pellón, estratega de mercados de IG Markets, refiriéndose a la rebaja de tres escalones de nuestro rating por parte de la agencia Moody´s. “Nos colocan al nivel de Grecia. Las agencias de calificación se mueven de manera reactiva y, aunque no queramos, nos hacen mucho daño”.

Omitiendo las repercusiones sociales que es casi mejor no cuantificar, la moneda griega, el nuevo dracma, se devaluaría entorno al 60%, según cálculos elaborados por USB, con la consecuente pérdida de valor de todas las inversiones con sede en Grecia. Esta misma entidad habla de una inflación superior al 50% y reconoce, como otros muchos, que estaría incluso en peligro la supervivencia de la zona euro. A fin de cuentas en un club en el que uno deserta ¿por qué no puede hacerlo alguien más?