A pesar del rescate de 37.000 millones de libras (41.400 millones de euros al cambio actual) acometido el pasado octubre y otra serie de medidas adoptadas en enero para intentar estimular los créditos, la banca sigue reacia a prestar dinero. El secretario de Estado del Tesoro, Stephan Timms, confirmó, por otro lado, este fin de semana que el Gobierno y el Banco de Inglaterra discuten actualmente un plan para lo que se ha venido en llamar "flexibilización cuantitativa" o inyección de liquidez al sistema.

El Gobierno británico trata de conseguir por todos los medios que los bancos vuelvan a prestar dinero a los consumidores, que así tendrían más dinero para gastar, de lo que se beneficiaría el conjunto de la economía.

Ese recurso podría hacerse cada vez más necesario, según los expertos, en vista de la baja de los tipos por el Banco de Inglaterra, que están ya en un 1 por ciento, apenas parece ya surtir efecto a la hora de dinamizar la actividad económica