"La esencia del FROB es positiva", según la directora de instituciones financieras de Fitch, Carmen Muñoz, para quien la iniciativa que se votará en el Congreso el próximo miércoles es una clara señal de apoyo sistema bancario español. "Este paquete de apoyo debería cubrir el proceso de reorganización del sistema financiero español" a través de integraciones y reestructuraciones, y al mismo tiempo "asegurar la solvencia de los bancos", considera la experta en un informe especial sobre el FROB.

La agencia de calificación sostiene que mientras muchas entidades españolas navegan bien en el escenario de desaceleración, como los grandes bancos, otras se enfrentan "a serios retos" en cuanto la calidad de activos y la liquidez, sobre todo las que crecieron de forma agresiva en los últimos años y expandieron sus redes comerciales.
La importante exposición de algunas entidades al sector inmobiliario, junto con el creciente desempleo y la recesión económica, ha contribuido a un fuerte deterioro de la calidad de activos y ejerce presión sobre los ingresos, lo que está afectando la rentabilidad y capacidad de generación interna de capital, agrega.


Fitch reconoce que el número de entidades que necesitarán recibir el respaldo del fondo de reestructuración es incierto, pero considera que un proceso ordenado de consolidación entre entidades reduce el riesgo de múltiples recortes de calificaciones crediticias de entidades que realizan titulizaciones.


La creación del FROB forma parte de las medidas articuladas por el Gobierno español y se inscriben en las iniciativas concertadas en el seno de la UE el pasado mes de octubre para combatir los efectos de la crisis financiera internacional.

Con este intrumento, "el Gobierno ha provisto al sistema financiero español de un sistema con una amplia gama de medidas de apoyo que, además, incentiva un proceso ordenado para solucionar la sobrecapacidad en el crecimiento de las redes comerciales y de la concesión de crédito", incide Fitch.