Esta obra está considerada como principal inversión de la iniciativa privada prevista en Reino Unido para el ejercicio 2011.

BAA, grupo aeroportuario británico controlado por la compañía que preside Rafael del Pino, prevé invertir 1.000 millones de libras (unos 1.172 millones de euros) en 2011 para "acelerar" la construcción de este edificio terminal.