Bajo el nuevo plan, los emisores de hipotecas rebajarán a los propietarios sus cuotas mensuales a niveles asequibles si eso les permite mantener sus casas. Las autoridades consideran niveles asequibles aquellas cuotas que no exceden del 38 por ciento de los ingresos del propietario, explicaron las fuentes. Eso será posible mediante una combinación de factores, que incluyen menos exigencias, unos tipos de interés más bajos y extensiones para el abono de las cuotas.
Los detalles de este plan, que no formará parte del rescate de 700.000 millones de dólares aprobado por el Congreso de EE.UU., están siendo todavía negociados, detallaron las fuentes conocedoras del proceso.
Los propietarios tendrán que calificarse para este programa y su crédito no será modificado hasta que hayan efectuado tres pagos consecutivos.
La nueva cuota incluirá todos los gastos asociados a una vivienda, tales como impuestos e incluso las tasas de la comunicad.
Por su parte, el Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano está contemplando ampliar su propio plan de ayuda (Hope for Homeowners) que proporciona al regulador 300.000 millones de dólares para garantías de préstamos que los propietarios no pueden devolver.
Este programa no tuvo demasiado eco en la industria cuando se lanzó en octubre y las autoridades quieren rebajar las exigencias para que sea más atractivo para las compañías hipotecarias.
El actual prevé que una firma hipotecaria tiene que revaluar una casa y después quitarle el 10 por ciento de su valor antes de que el crédito pueda recibir una garantía federal.

