A pesar de este menor atractivo de los países europeos de la zona centro y del este, Hungría y Eslovenia están por delante de países como Francia gracias a "sus beneficios fiscales, a su economía sólida y baja inflación, así como a su alto nivel educativo y al escaso índice de soborno y corrupción".Irlanda es el país preferido por los inversores, que se sienten atraídos por datos macroeconómicos favorables, una fiscalidad beneficiosa, buena protección para los inversores, adecuado medio humano y social y facilidad para iniciar actividades empresariales.Detrás de Irlanda, los países mejor situados son Luxemburgo, Reino Unido, Suecia, Dinamarca, Noruega, Suiza, Finlandia, Holanda, Bélgica, Austria, Alemania, Portugal, Hungría, Eslovenia, Francia, Polonia y República Checa.En el lado de los peores se encuentra España, por delante sólo de Italia, Bulgaria, Rumanía, Eslovaquia y Grecia, que ocupa el último lugar por sus "malos resultados en cuanto a gestión empresarial, una actividad pobre de los mercados de capitales y unas leyes impositivas poco favorables".Eslovaquia, por su parte, es la segunda peor clasificada por ser una nación "asfixiada" por la falta de transparencia en las prácticas de gestión empresarial y en las políticas de protección del inversor.