- Se habla mucho de una posible recesión, ¿Cuál es la visión que tenéis a nivel europeo y en EEUU?

Es verdad que se viene escuchando bastante que va a haber una recesión en el corto plazo, pero yo creo que aquí lo importante es ponerlo todo en contexto. Me preguntas por Europa y Estados Unidos, yo creo que en ambos vemos un decrecimiento de la economía. Lo que vemos es que el decrecimiento de la economía es inferior al que veíamos en el año 2017 y también en la primera mitad de 2018. Esto no quiere decir que veamos una recesión inminente, sino que estamos ante una fase más cercana al final del ciclo.
Pero si nos fijamos en otros datos, por ejemplo la cifra de desempleo en EEUU, que está en mínimos históricos, o las expectativas, basándonos en las estimaciones del crecimiento del MSCI World, vemos que indican prudencia, pero no una tendencia negativa, de ahí que nosotros no veamos una recesión inmediata, pero sí la necesidad de ser conscientes de que estamos mucho más cercanos al final del ciclo y, por lo tanto, es necesario construir carteras teniendo en cuenta que hay que compensar el estar en un entorno de mercado más complicado.

- En el contexto actual de tipos de interés negativos ¿Cuáles son las consecuencias reales para un ahorrador medio?

Lo que estamos viendo es que el BCE va a mantener los tipos en los niveles que estamos viendo actualmente o incluso más bajos…. Estamos viendo que el BCE cuenta con unas herramientas limitadas y también que es un entorno que no hemos visto antes en la historia financiera. Podemos decir que estamos en un experimento monetario y esto conlleva mucha incertidumbre y sobre todo muchos cambios o retos para ese cliente más conservador. De ahí lo que vemos son complicaciones, menos alternativas dentro de la parte de renta fija y sobre todo que el inversor conservador tenga que plantearse invertir en activos más arriesgados a lo que históricamente venía acostumbrado.Si no quiere asumir ese riesgo, que sea consciente de que va a disminuir su poder adquisitivo debido al efecto de la inflación.

-  ¿Cómo funcionan las cédulas hipotecarias?

La cédula hipotecaria es un activo bastante seguro. Cuenta con una triple garantía. Por un lado cuenta con la garantía de la entidad financiera que está emitiendo la cédula hipotecaria, y por otro lado cuenta con la garantía del conjunto de subyacentes – el conjunto de hipotecas- que hay en la cédula hipotecaria. Luego podríamos decir que hay una tercera garantía, que es el tratamiento preferencial que le da la Unión Europea. La UE sitúa a la cédula hipotecaria al mismo nivel que el depósito bancario hasta 100.000 euros. Esto lo que significa es que en el momento en el que una entidad financiera entrase en quiebra, en la prelación de pagos la cédula hipotecaria estaría en primer lugar. Serían los primeros en recuperar su inversión.
No sólo eso. Debido a la gran seguridad del activo, si miramos los 200 años de histórico que tiene el activo no ha habido ninguna insolvencia en cédula hipotecaria europea. Además es un mercado amplio, tiene bastante liquidez porque contamos con 2,5 billones de cédulas hipotecarias europeas. Yo destacaría que, aparte de ser un activo muy seguro, hay que tener en cuenta que es importante la gestión activa, contar con un equipo que sepa gestionar las ineficiencias del mercado para poder captar una rentabilidad interesante de este activo tan seguro.

- ¿A qué perfil de riesgo va orientado vuestro fondo de cédulas hipotecarias?
Nuestro fondo de cédulas hipotecarias es el Nordea 1 Low Duration European Covered Bond. Este fondo tiene una volatilidad de en torno al 0,7%, por lo tanto consideramos que tiene un riesgo bastante limitado. Hablamos de riesgos en el corto plazo, como pueden ser los movimientos del precio bono, y sobre todo de la duración, que es un riesgo que aquí estaría bastante limitado. La duración de la cartera está en un rango entre 0 y 2 años, pero históricamente está en torno a un año. Por lo tanto los riesgos son bastante reducidos. El tipo de inversor que iría a un fondo como este sería un inversor que busque una alternativa a liquidez, un paso siguiente a lo que sería la inversión en liquidez, poniendo el dinero a trabajar. O por otro lado una alternativa a la renta fija más tradicional de bajo riesgo  

- ¿Cómo se ha comportado el fondo en materia de retornos?
Si echamos la vista atrás, en 2018 el fondo obtuvo una rentabilidad negativa del 0,47%. Es verdad que es negativa, pero estamos hablando de un año 2018 donde prácticamente todos los activos terminaron en cifras negativas, por lo tanto consideramos que es una cifra bastante resistente.
Si nos fijamos en el momento actual, el fondo tiene una rentabilidad positiva de en torno a un 2,73%. Consideramos que es interesante sobre todo teniendo en cuenta la volatilidad que te decía que está en torno a un 0,7%. Lo que podemos esperar del fondo, si miramos la rentabilidad esperada de aquí a 12 meses sin que hubiese cambios en el mercado, podemos tener una rentabilidad prácticamente plana. Pero aquí es verdad que lo que tenemos que considerar es que el equipo tiene una gestión muy activa que se aprovecha de esas ineficiencias del mercado. Lleva más de 10 años gestionando sólo cédula hipotecaria europea y 40.000 millones en gestión. Consideramos que lo que hace aquí es aprovecharse y crear un alfa, que sería un exceso de rentabilidad, que actualmente en 2019 es de un 2,4 y que el año pasado fue de un 0,9. Históricamente, tanto en años más difíciles para la renta fija y la cédula hipotecaria como en otros más positivos, vienen creando un alfa, que es lo que hace interesante este fondo.
Sería un activo muy seguro combinado con una gestión activa que hace que la rentabilidad sea interesante para ese tipo de inversor más conservador que tiene problemas en el entorno actual.