Redujo, por tanto, un 15% su beneficio en relación al mismo trimestre del año anterior, lo que supone un montante de 1.060 millones de dólares, frente a los 1.250 millones obtenidos durante los tres primeros meses de 2010.

No obstante, subieron las ventas hasta alcanzar los 5.840 millones de dólares desde los 5.490 millones anteriores. El consenso de analistas esperaban un beneficio de 1,17 dólares por acción y unos ingresos de 5.710 millones. Lilly mantiene sus previsiones para este ejercicio cuando espera ganar entre 4,15 y 4,30 dólares por acción.