Según la ONS, el decrecimiento del PIB se debió a la reducción de la actividad en los servicios y la producción industrial, entre otros motivos.
Por sectores, la producción industrial cayó un 1,1 por ciento en el tercer trimestre, en tanto que la manufacturera lo hizo en un 1,3 por ciento.
La actividad del sector servicios disminuyó en un 0,4 por ciento, lastrado principalmente por los segmentos de distribución y empresariales.
Otro dato significativo es que el gasto de los hogares de este país bajó en el tercer trimestre un 0,2 por ciento, la caída más pronunciada desde 1995.
Hace dos semanas, el gobernador del Banco de Inglaterra, Mervyn King, ya predijo que la economía británica caerá hasta un 2 por ciento a comienzos del próximo año.
El pronóstico oficial es de una contracción de hasta un 1,3 por ciento en 2009, seguida de una recuperación de forma que la economía crezca un 1,7 por ciento en 2010 (año de elecciones generales en el Reino Unido), y hasta un 3 por ciento al año siguiente.
King señaló que el Banco de Inglaterra está dispuesto a rebajar los tipos de interés (cifrados actualmente en el 3 por ciento) al nivel "que haga falta" para impedir que haya una recesión profunda y prolongada.
Los tipos de interés nunca han estado en el Reino Unido por debajo de un 2 por ciento, pero el Banco de Inglaterra cree que la inflación, fijada en la actualidad en el 4,5 por ciento, podría caer hasta un 1 por ciento el próximo año, de ahí que no descarte más recortes del precio del dinero.
Por su parte, el Gobierno británico anunció esta semana una rebaja inmediata del IVA dentro de un plan de estímulo fiscal de 20.000 millones de libras (23.500 millones de euros) para impulsar la economía nacional.

