Este es el segundo programa que presenta el Ejecutivo laborista en tan sólo tres meses y pone de manifiesto el alcance de la crisis financiera que atraviesa el Reino Unido.

El Tesoro ha analizado varias opciones puesto que el primer plan de rescate, de 37.000 millones de libras (unos 40.330 millones de euros), dado a conocer el pasado octubre,
no consiguió crear las condiciones necesarias para reanudar un flujo normal de préstamos.

De esta manera, el Gobierno decidió presentar hoy un segundo conjunto de medidas después de las fuertes caídas sufridas el pasado viernes por varios bancos en el mercado de valores.

Según el Gobierno, este plan se ha hecho necesario debido al deterioro de la situación financiera global en los dos últimos meses y porque la concesión de créditos a "los negocios, los propietarios de viviendas y los consumidores es esencial para apoyar la recuperación económica".

"En los últimos dos meses en particular, la situación financiera global y la economía han seguido deteriorándose. En particular, a nivel internacional, la disposición de los bancos a incrementar sus créditos se ha visto limitada por la incertidumbre sobre el valor de las pasadas inversiones", indica la nota.

"Las medidas de hoy pretenden atajar la principal fuente de incertidumbre en el sistema financiero y mejorar la confianza, permitiendo a los prestamistas aumentar sus créditos, lo que se traducirá en un apoyo mas eficaz a la economía", puntualiza la nota.