El ex ministro de Hacienda de Chile expresó su preocupación ante la posibilidad de que los Gobiernos mundiales no actúen con la celeridad necesaria y eso haga que 2010 se convierta en otro año de debilidad macroeconómica.

Hizo hincapié, en ese sentido, en la necesidad de atacar en todos los frentes, desde el monetario, hasta el fiscal, así como en la que definió como esencial recuperación del sector bancario en los países industrializados.

Eyzaguirre celebró el anuncio hecho esta semana por el Departamento del Tesoro estadounidense para adquirir los activos "tóxicos" que lastran las cuentas de los bancos, en una operación en la que se involucrará a los inversores privados y cuyo importe podría alcanzar el billón de dólares.

"Estamos viendo la primera fase de la verdadera solución" a la crisis, aseguró Eyzaguirre, quien consideró que si no se arregla la situación de los bancos la crisis de liquidez lo devorará todo.

El responsable del FMI para Latinoamérica instó a todos los países que puedan a continuar con las medidas de estímulo fiscal en 2010, con el fin de impulsar las que se prevén como débiles tasas de crecimiento.

El FMI espera una recesión global en 2009 con una contracción media del crecimiento de entre el 0,5 y el 1 por ciento y augura que el PIB volverá a territorio positivo en 2010, aunque las tasas de crecimiento serán bajas.

Eyzaguirre pronosticó, por lo demás, que la situación económica de América Latina empeorará antes de mejorar.

El FMI prevé que el PIB de los países de la región se contraiga de media en 2009 entre un 0,5 y un 1 por ciento, en línea con la media mundial.

"Puede que lo peor todavía no haya llegado o lo que es lo mismo (la situación en la región) empeorará antes de mejorar", afirmó el directivo del Fondo.

El director del Departamento para América Latina y el Caribe del FMI dijo que las grandes instituciones financieras seguirán reduciendo sus niveles de endeudamiento, un proceso que, indicó, será probablemente "más intenso" en los países emergentes.

Afirmó, asimismo, que no se puede descartar un deterioro adicional de la situación macroeconómica y financiera en la región.

Apuntó, en ese sentido, que la situación de los bancos empeorará a medida que la recesión se agrava, lo que a su vez provocará una mayor contracción del ya escaso crédito.

Eyzaguirre dijo, además, que la región podría sufrir las consecuencias adversas de la presión adicional sobre los precios de las materias primas y una mayor depreciación de sus divisas.

"La situación es bastante delicada", reconoció.

El directivo de la organización económica precisó, de todos modos, que América Latina está capeando esta crisis mucho mejor que en ocasiones anteriores.

Recordó, en ese sentido, que la región "solía ser la más volátil del mundo" y destacó que en crisis anteriores América Latina registró tasas de crecimiento de entre dos y tres puntos porcentuales inferiores a la media mundial.

"Esta vez el crecimiento (negativo) será igual que la media mundial", insistió Eyzaguirre, quien indicó que eso es posible gracias a las medidas macroeconómicas adoptadas en los últimos años para mejorar la fortaleza de las economías.

El responsable del FMI para América Latina señaló que la contracción que experimentará la región será suave en comparación con otras regiones que sufrirán caídas "significativas", aunque no aportó cifras concretas, que se publicarán en la reunión semestral del FMI y el Banco Mundial (BM) a finales de abril.

Mencionó, eso sí, que en Estados Unidos, Japón y los países de la Unión Europea (UE) habrán contracciones medias de en torno al 3 por ciento.