La entidad financiera dijo en un comunicado que su hoja de resultados empezó a deteriorarse en 2006, cuando se impusieron más regulaciones a este tipo de negocios de créditos.

Además, la crisis de las "hipotecas basura" que se inició a medidos de 2007 y el empeoramiento de los mercados financieros por la extensión de los problemas crediticios ha hecho extremadamente difícil a la compañía operar y obtener liquidez para saldar sus deudas.

La noticia de la bancarrota de SFCG empujó los valores de la Bolsa de Tokio a la baja, especialmente en el sector de los préstamos al consumo y aumentó la incertidumbre sobre los riesgos a los que se enfrentan las instituciones financieras no bancarias en Japón.