Deppler considera que "Europa ha sido hasta ahora bastante fuerte a la ralentización de EEUU y las turbulencias financieras globales", pero que no es inmune. El FMI ha añadido que los bancos centrales han reaccionado adecuadamente a las turbulencias, al proporcionar liquidez a los mercados de dinero, y ha apostillado que la entidades monetarias sólo pueden ver los síntomas, pero no proporcionar las soluciones.Los bancos centrales deberán conseguir el equilibrio adecuado entre apoyar la economía real y prevenir efectos de segunda vuelta por el aumento de la inflación."El reciente agudo incremento de la inflación, que ya ha debilitado la confianza del consumidor y el gasto en Europa, es una fuente de debilitamiento", según Deppler.Por ejemplo, la tasa de inflación de la zona del euro subió en marzo hasta el 3,6%, el máximo desde la creación de la Unión Económica y Monetaria (UEM).Aunque la tasa de inflación es incómodamente alta en la eurozona, "los pronósticos apuntan a que caerá hacia un nivel inferior al 2% en 2009 por la perspectiva cada vez más negativa para la economía", indica el FMI en su informe de Perspectivas Económicas Regionales para Europa, presentado el lunes. Para solucionar la actual crisis financiera, el FMI ha instado a los bancos privados a ser más transparentes y a los responsable políticos de las economías desarrolladas a "restaurar la confianza en el sistema financiero y a minimizar el impacto de las crisis financiera en la economía real".