Ni siquiera en los márgenes del G-7 se mostró gran inquietud por la caída del billete verde frente al euro, y hasta el ministro de Finanzas alemán Peer Steinbrueck al parecer dijo que el nivel de la moneda única es 'irrelevante' para Alemania. Por otra parte, el G7 se mostró bastante pesimista sobre las previsiones de la economía argumentando que las recientes turbulencias de los mercados, el alto precio del petróleo y la debilidad del mercado de la vivienda en EEUU van a frenar el crecimiento tras cinco años de gran ritmo. Se espera una bajada de tipos de la FEDAhora, la tendencia futura del dólar dependerá de si la Reserva Federal sigue bajando los tipos de interés, una posibilidad cada vez más probable según los expertos. En cuanto al yen, la caída de Wall Street el viernes (la peor en tres meses) y sus repercusiones en las bolsas europeas están dando alas a la divisas japonesa por la mayor prudencia de los inversores, que están deshaciendo posiciones en 'carry trades'.Según James Hughes, de CMC Markets, "el consenso sigue siendo que los tipos se mantendrán tras la reunión de noviembre del BCE, pero cualquier indicación de un endurecimiento monetario en la eurozona antes de final de año podría hacer que el euro ponga a prueba la barrera de los 1,4500 dólares".