El indicador ha vuelto a consolidar su tendencia bajista, motivado por los continuos movimientos de las instituciones financieras para estabilizar los mercados, como la decisión del Banco Central Europeo (BCE) de inyectar más liquidez a un plazo de doce meses y a un tipo del 1%.

La continua caída del Euríbor seguirá aportando un cierto alivio a las familias, ya que en junio encadenará el octavo mes seguido de descensos y recortará sensiblemente las hipotecas. No obstante, el incremento de los diferenciales por parte de las entidades reduce el impacto real de la caída sobre las cuotas.


Los expertos consultados por Europa Press apuntan la posibilidad de alguna bajada más del indicador si las medidas del BCE para fomentar la liquidez, como la compra de cédulas hipotecarias, surten el efecto esperado.

De hecho, el instituto emisor europeo confía en que la disposición masiva de liquidez revierta en un descenso adicional de los diferenciales que aplican los bancos, sobre todo los correspondientes a préstamos en plazos más largos.