Con estas modificaciones, pactadas poco antes de que se cumpliera el plazo fijado por un juez de Delaware a petición de Rohm & Hass, se pretende facilitar la financiación de la operación por parte de la firma con sede en Midland (Michigan) y evitar que el conflicto entre las dos firmas estadounidenses se solucione en los tribunales.


Rohm & Haas demandó a Dow Chemical, la mayor química del mundo, porque al comienzo del año ésta última no había cerrado el acuerdo de compra anunciado meses antes.


Dow Chemical, que hoy bajó en la Bolsa de Nueva York el 10,97% y cerró a 6,33 dólares por acción, había suspendido de forma unilateral el acuerdo afectada por la crisis económica y alegando que no era el momento para acometer una adquisición de tal magnitud.

En el último año ha perdido en la bolsa el 82,5% de su valor y en lo que va de 2009 un 58%.

Por contra, las acciones de Rohm & Haas -que el viernes ya anunció que había retomado las negociaciones con Dow Chemical- avanzaron en la primera sesión de la semana un 15,99% y quedó a 74 dólares, antes de que su cotización fuera suspendida.

Cuando se anunció la operación el pasado 10 de julio, la oferta de Dow Chemical supuso una prima del 74% respecto al precio que por entonces tenían los títulos de su competidora.

Desde entonces, las condiciones económicas han cambiado enormemente en todo el mundo, aunque la estadounidense confiaba en que un acuerdo alcanzado con la petroquímica pública de Kuwait le aportaría unos 9.500 millones de dólares en efectivo para financiar la operación.

Sin embargo, la ruptura por parte de los kuwaitíes de esa "joint venture" (sociedad de riesgo compartido) valorada en 17.400 millones de dólares puso en aprietos al grupo estadounidense, que decidió retirar la oferta presentada por Rohm & Haas.

Según los términos del acuerdo, Dow vendería el 50% de las acciones de cinco de sus empresas a la petrolera pública kuwaití por unos 9.500 millones de dólares.

A su vez, ambas se comprometieron a utilizar parte de esos activos en la creación de una empresa conjunta dedicada a la fabricación y comercialización de plásticos, de manera que cada parte tuviera un 50% de la nueva sociedad, que se iba a llamar K-Dow Petrochemicals.