Credit Suisse sigue viendo favorable la fusión propuesta entre Caixabank y Bankia debido “al potencial de sinergias de costes más allá del objetivo del 42% de Bankia, buena estrategia ya que el banco resultante tendrá una mayor exposición a hipotecas y una mayor cobertura de préstamos dudosos”. “Lo que debería, en igualdad de condiciones, traducirse en menores riesgos en 2021 y más allá”, señalan.

En el caso de BBVA-Banco Sabadell, los analistas del banco suizo comentan que “el cálculo de una fusión hipotética de ambos bancos muestra una capacidad relativamente limitada para absorber los gastos de integración y préstamos dudosos, manteniendo una solvencia -capital CET 1- por encima del 11%”.

 

Credit Suisse bendice la fusión Caixabank-Bankia, pero enfría la operación BBVA-Sabadell

 

En el caso de Deutsche Bank y Commerzbank ve interesante la operación “por las sinergias de mercado”, mientras que descarta que se dé alguna fusión entre Unicredit y Banca Monte dei Paschi di Siena, ya que el primero “ha reiterado su preferencia por un crecimiento orgánico”.

Desde Credit Suisse indican en el informe que “existe una correlación entre la densidad de sucursales y la rentabilidad bancaria, lo que podría indicar el potencial de ahorro de costes en los mercados más ramificados, como España e Italia”.

La entidad sigue creyendo “que es poco probable que se realicen grandes acuerdos transfronterizos a corto plazo debido al desafío de generar sinergias creíbles, las restricciones regulatorias y los desafíos contables (que puede haber)”. Asimismo, añade que pese a la voluntad de los reguladores “históricamente, los acuerdos de fusiones y adquisiciones se han producido en los picos del mercado, no en los mínimos del mercado,  a excepción de las quiebras”.

"Cuanto más grande no es mejor banco"

Credit Suisse descarta que el tamaño sea lo más importante para conseguir rentabilidad en un sector tan tocado como la banca. “Si bien la escala se cita a menudo como una necesidad para la consolidación bancaria europea, el tamaño (medido por activos o capitalización de mercado) se correlaciona inversamente con la rentabilidad”.

“Los mejores impulsores de la rentabilidad son el modelo de negocio (por ejemplo, banca seguros) y la ubicación (por ejemplo, la tasa de impuestos que deben soportar las entidades). Estos son difíciles de cambiar mediante fusiones y adquisiciones. En resumen, pensamos que cuanto más grande no es mejor banco, mejor es mejor”.

Añaden, asimismo, que las regulaciones pensadas en base al criterio de "demasiado grandes para quebrar" posteriores a 2008 han hecho que algunos bancos sean "demasiado grandes para comprar" ya que el aumento de los requisitos de capital de socavaría su economía.