Para los inversores con un horizonte de largo plazo, las inversiones que conservan el poder adquisitivo, como el oro o los bonos indexados a la inflación, ofrecen, a juicio de los analistas de la entidad, atractivas posibilidades de entrada. En lo que respecta a las divisas, será decisiva la cobertura del dólar, para el que los especialistas pronostican una devaluación.

La entidad prevé que la situación económica global se caracterizará también en 2009 por grandes inquietudes coyunturales. Así, la economía global resultará sólo moderadamente expansiva y estará apuntalada únicamente por los países emergentes.


Según los pronósticos de Credit Suisse, la situación de las economías del G-3 (EE.UU., Europa y Japón) podría registrar una ligera mejora tan sólo en el segundo semestre del próximo año.

En cuanto a la evolución de la política monetaria, afirma que los inversores deberían seguir previendo en 2009 un entorno de bajos tipos de interés.