Por zonas geográficas, podemos esperar que Europa avance en la resolución de sus problemas, especialmente una vez hayan pasado las citas electorales pendientes (Alemania) y el foco de atención se empieza a instalar en Reino Unido y en Estados Unidos
. La situación de Reino Unido comienza a cuestionarse (altos niveles de deuda, déficit descontrolado, ralentización de los indicadores de crecimiento y cuestionamiento de su calificación AAA) y las agencias de rating vuelven a fijarse en la deuda estadounidense.

Al contrario de lo que ha sido 2012, la renta fija perderá atractivo como refugio, habrá preferencia por activos de riesgo. Por ello parece razonable aumentar la exposición a bolsa y bajar la proporción de la cartera en renta fija. También observaremos una salida de capital refugiado en Canadá, Australia, Finlandia, Austria, Holanda, Dinamarca y Suecia, que ahora regresa a Europa. A partir de la petición de rescate a España veremos entradas de capital en España.

Uno de los fenómenos más interesantes de 2013 será la reactivación del mercado de operaciones corporativas. Hay facilidad de financiación para las empresas con menores diferenciales y los efectos del desapalancamiento visto durante los últimos años les colocan en una posición cómoda para hacer adquisiciones. 2013 será un año intenso en fusiones y adquisiciones.

En cuanto a España, solicita el rescate y ve reducido su rating a high yield, movimiento similar podremos verlo en algunas de las cotizadas (Telefónica). Paradójicamente la rebaja de España al nivel especulativo provocará una importante entrada de dinero, ya que pasamos a convertirnos en la mejor opción de inversión dentro del grado especulativo. España pasa en 2013, a este respecto, de ser cola de león a cabeza de ratón copando todos los índices de high yield y siendo uno de los activos de riesgo preferidos. Fuerte volatilidad en renta variable, que supera los máximos de 2012

Los países emergentes vuelven a ser la opción preferida de los inversores ante las expectativas de recuperación económica global, lo que se refleja tanto en sus divisas al alza como en sus mercados de renta variable. Como resultado de las diferencias macroeconómicas y de la políticas monetarias en las principales economías veremos debilidad general relativa de las grandes divisas (dólar, euro, yen, franco suizo).