A través de esta operación, el Gobierno chino pretende diversificar sus inversiones en el extranjero, que hasta ahora se limitaban a los seguros pero comparativamente menos rentables bonos del Tesoro estadounidenses.La decisión se produce incluso antes de la creación, anunciada por Beijing en marzo, de una empresa encargada exclusivamente de gestionar las reservas extranjeras del país (que rondan el billón de euros, y crecen una media de otros 15 millones mensuales), una función que actualmente corre a cargo del banco central chino.Según el acuerdo, del que se hace eco hoy la prensa china, el país asiático adquirirá 3.000 millones de acciones sin derecho de voto, equivalentes a cerca del 10% de la empresa, a un precio del 95,5% del que resulte establecido finalmente con motivo de la salida a la Bolsa neoyorkina (aún sin fecha) del grupo, que cuenta con 375.000 empleados y registra unas ventas de 61.500 millones de euros.