Cellnex acaba de cerrar la superampliación de capital, la cuarta y más elevada, de 7.000 millones de euros, que lleva a cabo en cuatro años. Es su forma de crecer al necesitar una cantidad ingente de liquidez para acometer las operaciones pendientes. En este caso, el 4 de febrero pasado anunciaba esta operación, que se saldaba, en las 15 sesiones siguientes, con un recorte para el valor del 15,5% en su cotización.
Entonces el mercado empezaba a mostrar signos de cansancio ante esa obligación de los inversores, más allá de los grandes y pensando en los pequeños, de inversiones continuas, cada año en el valor en los cuatro últimos, para evitar que su participación en Cellnex se diluya. La mega ampliación se producía tras la compra de Hivory en Francia, con una inversión de 5.200 millones de euros para gestionar los 10.500 emplazamiento de la compañía y un acuerdo adicional para el desarrollo de 2.500 torres adicionales en los próximos ocho años.
Pero esto es solo el principio, con la intención de seguir comprando activos por valor de 11.000 millones de euros en el siguiente año y medio tras el anuncio. Y además puede con este dinero reducir su pasivo, ya que tiene una línea de crédito de 10.000 millones de euros con los bancos. Sus acciones comienzan mañana a cotizar en el mercado. Lo cierto es que el valor ha diluido desde principios de años sus pérdidas, que llegaron a superar el 15% y se muestra más en línea con el mercado, pero muy por debajo del comportamiento anual del ibex, un 5% en concreto.
De hecho, es la cuarta vez decíamos, que amplía capital desde su salida a bolsa en mayo de 2015, ahora hace seis años. Ampliación en marzo de 2019 por valor de 1.200 millones, de 2.500 en octubre de este mismo año, de 4.000 en agosto del pasado año y a punto de cotizar las acciones de la última con petición de 7.000 millones, con mega demanda incluida. En total, 14.700 millones de euros, que además cambiará, con quien acude y quien no, la presente foto accionarial.
Unos cambios que reducirán la presencia de la familia Benetton y que eleva la de los accionistas financieros: los fondos, tanto hedge funds como fondos de pensiones, siempre con mayor inestabilidad y posibilidad de salida del capital en cualquier momento que lo necesiten.
Fuente: Cellnex
Los expertos consideran que era una buena oportunidad para los accionistas por las presuntas ganancias futuras del valor, pero lo cierto es que la necesidad de crecimiento inorgánico, potente, pero solo con horizonte de futuro y no de presente, en un sector en el que la compañía todavía tiene grandes desafíos, siempre presenta incertidumbre.
También por factores como el aumento de la competencia o un cambio en el modelo de negocio, ante la necesidad de incrementar exponencialmente las más 120.000 torres que ahora posee en un mercado muy cambiante y en el que necesita volumen para enfrentarse a las compañías más grandes, marcado por las innovaciones tecnológicas.
Ahí está, por ejemplo, su gran derrota ante Telefónica y la compra de las torres de Telxius por parte American Power, nada menos que 31.000 emplazamientos en Europa para la estadounidense tras presentar una oferta que no se pudo rechazar: 7.700 millones de euros frente a los 5.500 ofertados por la española, para plantarle cara en Europa, donde American Tower era claramente deficitaria de torres.
Y aunque los augurios bursátiles también son positivos para Cellnex, lo cierto es que hay dos factores en contra para la operadora. El primero es el momento de mercado que vivimos, que a pesar de que se ha reducido a la espera de acontecimientos, mira al ciclo frente a valores del cariz de Cellnex. Aquello que le llevó a ganar un 37% el pasado año, con la reactivación económica se podría considerar negativo. Un ejemplo. Desde el rally de las vacunas el valor ha perdido en su cotización casi un 10% de su valor, al igual que ocurrió a principios del ejercicio. En el caso de IAG, la recuperación es del 97% desde el pasado 9 de noviembre.
El segundo es la presencia de posiciones cortas en su accionariado que persisten hasta colocar a Cellnex como el más castigado en su capital. No en porcentaje, que a pesar del recorte lo acumula Solaria, pero sí en valor real de mercado. Hablamos de 617 millones de euros con más de 13 millones de acciones apostadas a que el valor caerá en el presente y futuro.
Las dos últimas actualizaciones las de AQR Capital el pasado 20 de abril con el 1,04% de su capital. Y el mismo día Citadel Europe, alcanzó el 0,63% del mismo. El resto de la presencia bajista se lo reparten Sculptor Capital con un 0,52% y medio punto para otro habitual, D.E. Shaw & Co. Todos ellos actualizados al alza desde las posiciones anteriores con la irrupción de Sculptor el día 15 de abril. De hecho en los últimos 10 días, el valor bajista sobre Cellnex ha aumentado en casi 160 millones de euros. En porcentaje la presencia sobre la compañía de posiciones cortas alcanza el 2,69% de su capital.