Tal y como anunciaron ayer los dos mandatarios, la misiva difundida por la presidencia gala contiene las medidas establecidas en pro de una mayor integración de la zona del euro y un rigor en el gasto público como fórmula para recuperar la confianza de los mercados frente a la crisis actual.

En ella recuerdan que "la zona euro debe reforzar su marco institucional para mejorar la eficacia de su proceso de decisión para favorecer la coherencia de sus instituciones y de sus procedimientos", y solicitan a Van Rompuy que acepte la presidencia, durante dos años y medio, de ese nuevo gobierno económico.

La carta hace hincapié en que Francia y Alemania se comprometen a "aplicar plenamente y lo más rápido posible las medidas adoptadas" en el Eurogrupo el pasado 21 de julio, y destaca igualmente que "todos los Estados miembros tienen la responsabilidad compartida".

En ella se profundiza asimismo los puntos principales de la reunión de ayer, que abogan principalmente por el refuerzo de la gobernanza de la zona del euro y de la vigilancia y de la integración de las políticas presupuestarias y económicas.

Esos puntos, subrayan, deberían ser aplicados para reforzar la cohesión de la Unión Europea en su conjunto, en el que "el Parlamento Europeo, la Comisión Europea y los parlamentos nacionales deberán asociarse a ese proceso conforme a sus respectivas prerrogativas".

La misiva se cierra informando a Van Rompuy de que tanto Francia como Alemania han decidido "emprender una nueva etapa de convergencia económica y financiera", que incluye entre otras medidas la propuesta de elaborar un impuesto común sobre sociedades.